
Por ese motivo muchos padres apuestan a la educación con la esperanza o perspectivas que ésta les proporcione más adelante una seguridad laboral, razón por la cual hacemos los esfuerzos necesarios para que ellos se preparen en los “mejores colegios” y lo pongo entre comillas porque hay mucho que decir sobre el tema.
Sin embargo hoy nos centraremos en lo que como padres podemos y debemos hacer, fuera de encargar la educación de nuestros hijos a las escuelas, lo fundamental es que los niños y niñas no solo asistan a caros colegios o hagan un montón de actividades extracurriculares que por cierto ayudan mucho, sino en poder decidir cuál es la formación que queremos para nuestros hijos.
¿Qué quiero decir con eso? pues muy simple, el éxito no se mide por los logros materiales de la persona y la felicidad no se alcanza solo teniendo buenos trabajos o buenos salarios, sino que rádica en la formación personal, emocional, espiritual y moral del individuo y como este afronta las dificultades, desafíos y retos en la vida, sumado a su capacidad de relacionarse con los demás y para mantener y establecer relaciones de respeto, equidad, justicia y paz.
Para ello hace falta construir relaciones solidas dentro del hogar, mediante un clima de convivencia amoroso. La mejor herramienta que un padre puede tener para preparar a sus hijos, es el amor. Un niño que recibe amor será capaz de brindar amor, un niño que es tratado con amor se vuelve más inteligente y feliz, un niño que es tratado con amor se vuelve capaz de enfrentar retos y desafios.
Pero también cada padre debe dar o proporcionar a sus hijos las oportunidades para desarrollar las competencias fundamentales, no solo en el orden del conocimiento o preparación académica, sino en el orden de la capacidad personal e intrinseca del individuo para sobrevivir, tales como el pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación y la colaboración.
Estas son las competencias que a nuestros hijos les van a ayudar a poder enfrentar los desafios del mañana, para ello los padres debemos buscar las actividades, condiciones y ambientes que les ayude a los niños a ser más competentes en esos 4 aspectos. Los padres debemos ver si nuestros hijos aparte de ser capaces de resolver mecánicamente una resta o suma, sean capaces de resolver un problema de forma creativa, sean capaces de argumentar sus puntos de vista y de comunicarse de forma asertiva, siendo sobre todo capaces de trabajar o hayar soluciones en equipo.
¿Qué debemos hacer entonces los padres?, lo primero es darnos un tiempo para nuestros hijos, jugar con ellos y hacerles preguntas, incluirnos con ellos en juegos de pensamiento, creatividad y comunicación. También debemos utilizar el halago como una herramieta tan poderosa que ayuda a los niños a construir una personalidad y confianza sólida.
Como padres de familia debemos estar plenamente conscientes que el colegio o la escuela no cumplirá el sueño que tenemos con relación a nuestros hijos, cada día la educación es menos exigente y más comercial, por eso solo el hogar es el lugar más adecuado para poder educarlos de forma segura y positiva. Pero si los padres piensan que no son educadores o profesores para hacerlo, pues se equivocan porque todo padre de familia educa, solo debe buscar las herramientas necesarias para ayudar a sus hijos a ser más inteligentes, capaces, seguros de sí mismos y felices.
En nuestra próxima entrega les hablaremos de herramientas que los padres pueden utilizar para ayudar a sus hijos.